Santo, santo, santo es el Señor, Dios del universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
En verdad es digno, justo y saludable, darte gracias, en todo tiempo y lugar, Padre omnipotente, Creador de cielo y tierra.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos. te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso.
Acepta, oh Señor, nuestra gratitud y alabanza por todo lo que has hecho por nosotros. Te damos gracias por el esplendor de la creación entera, por la belleza de este mundo, por el milagro de la vida y por el misterio del amor.
Te damos gracias por la bendición de familiares y amigos, y por el tierno cuidad que en todo momento nos rodea.
Te damos gracias porque nos das tareas que requieren nuestros mejores esfuerzos, y porque nos guías hacia logros que nos satisfacen y deleitan.
Por la belleza y el portento de tu creación, en la tierra y en los cielos y en los mares, Te damos gracias, Señor.
Por todo cuando hay de amable en la vida de los hombres y mujeres, revelando la imagen de Cristo, Te damos gracias, Señor.
Por nuestro sustento diario, por nuestros hogares y familias y por nuestros amigos, Te damos gracias, Seor.
Por la mente para pensar, el corazón para amar y las manos para servir, Te damos gracias, Señor.
Por la salud y el vigor para trabajar y por el tiempo libre para descansar y jugar, Te damos gracias, Señor.
Por los bravos y valerosos que son pacientes en el sufrimiento y fieles en la adversidad, Te damos gracias, Señor
Por todos los valientes que buscan la verdad, la libertad y la justicia, Te damos gracias, Señor.
Que te dignes bendecir y proteger a todo tu pueblo, Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes darnos un corazón dispuesto para amarte y temerte, y para vivir diligentemente según tus mandamientos, Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes poner fin a las guerras en todo el mundo; dar a todos las naciones unidad. paz y concordia; y otorgar libertad a todos los pueblos, Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes compadecerte de todos los encarcelados y cautivos, de los que carecen de alimento y hogar, y de todos los desconsolados y oprimidos, Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes inspirarnos, en nuestras diversas vocaciones, para realizar el trabajo que tú nos encomiendas, con senciellez de corazón como tus siervos. y para el bien común, Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes preservar a todos los que están en peligro por razón de su trabajo o de sus viajes, Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes proteger y brindar lo necesario a todas las mujeres que están de parto, a los niños y huérfanos, a los viudos, y a todos aquéllos cuya vida familiar se halla destrozada o dividida por la discorda, Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes visitar a los que están solos; fortalecer a todos los que sufren en mente, cuerpo y espíritu; y consolar con tu presencia a los inválidos, y descaecidos, Suplicámoste nos oigas, buen Señor.
Que te dignes sostener, auxiliar y fortalecer todos los que están en peligro, necesidad y tribulación, Sulplicámoste nos oigas, buen Señor.
Selecciones desde El Libro de Oración Común. Conforme al uso de La Iglesia Episcopal.